Las niñas tienen el potencial para lograr ser lo que quieran. Veterinarias, científicas, profesoras, ingenieras, empresarias, diseñadoras, programadoras. Sus sueños cambian a medida que crecen y en esto influyen sus círculos más próximos, sus familias, sus contextos y sus referentes. Además, influye lo que creen que son capaces de hacer y el rol que se considera deben cumplir como mujeres.
La Cuarta Revolución Industrial anunciada por el Foro Económico Mundial en 2016 y que se está desarrollando en este siglo XXI, requiere personas con nuevas capacidades y habilidades que respondan a los campos de la robótica, inteligencia artificial, nanotecnología, computación cuántica, biotecnología, internet de las cosas y vehículos autónomos, entre otros.
Esto nos plantea que para contribuir al cierre de brechas de género y que las mujeres tengan mejores oportunidades laborales, es necesario que las niñas, las adolescentes y las jóvenes accedan a formación en áreas STEAM.
Sin embargo, de acuerdo al Ministerio de Educación Nacional <<El interés de las niñas y jóvenes por actividades relacionadas con las áreas STEAM disminuye a medida que crecen. Hasta octavo grado, el 74 % de ellas expresa interés en STEAM, pero solamente el 0,4 % de las adolescentes, al salir del colegio, escoge carreras asociadas a estas áreas>>.
Adicionalmente, en una encuesta realizada por la Fundación Otero Liévano a más de 2.000 estudiantes de los colegios distritales de la localidad de Suba de 9°, 10° y 11°, el 58% de las mujeres encuestadas manifestó tener poco conocimiento sobre tecnología e informática y solo el 6% quieren estudiar carreras relacionadas con ingenierías o arquitectura, frente al 14% de los hombres.
Ante este panorama, se evidencia que es importante que además de propiciar que las niñas, las adolescentes y las jóvenes desarrollen habilidades STEAM, es indispensable que se les motive, tengan referentes mujeres, se les ofrezca un abanico de posibilidades, se les apoye y acompañe para que ellas, sus familias y la comunidad educativa tengan la convicción de ellas también pueden lograr sus sueños.
La Fundación Otero Liévano es consciente de su papel en la sociedad y por más de 60 años ha generado oportunidades para transformar la realidad de cientos de niñas y adolescentes, y contribuido a que más mujeres tengan un proyecto de vida realizable y que sume a la sociedad.
En la Fundación, promovemos el cambio de creencias sobre género. Ante las necesidades del siglo XXI y con la experiencia acumulada, también hemos evolucionado para ofrecerles a las niñas, las adolescentes y las jóvenes una pedagogía innovadora con experiencias que promueven que adquieran competencias y habilidades para la ciencia, tecnología, ingeniería, artes, matemáticas, así como habilidades humanas orientadas a la resolución de problemáticas de sus comunidades y en la construcción de proyectos de vida con propósito.
Ellas son las protagonistas de su aprendizaje. Las acompañamos para que descubran sus talentos, tengan nuevos sueños y tengan herramientas y apoyo para hacerlos realidad.